TODO ESTÁ EN TÍ: INTRODUCCIÓN
Se en ti siempre, pues todo está en ti y para ti, porque tú estás hecho de todo y por el Todo. Eres a la vez continente y contenido. Estás y participas en el tiempo y en el espacio, pero a la vez eres tú en ti mismo, donde no gravita el espacio-tiempo, en una dimensión total por encima de tus circunstancias existenciales. Eres, en fin, un reflejo del Todo, un punto de vista individual y singular de la Totalidad. Integras en ti la Totalidad pero la expresas de un modo único, individual y personal, ¡solo tuyo!...
En este mundo nuestro -el que percibimos y en el que estamos- todo parece estar codificado de modo dual, y no puede ser de otra forma, pues la capacidad de optar es el resultado directo de esta condición, cuando elegimos algo siempre es preciso desechar otro algo. ¿Cómo podríamos elegir si solamente hubiera una “sola cosa”?, evidentemente nada se movería, todo estaría ya en esa “cosa” y por tanto nada podría expresarse.
De todas las dualidades posibles la dualidad del ser y el estar es consustancial a nuestra vida, todos participamos de ella, algunos más conscientemente aunque otros no tanto. Suele percibirse el ser como algo que nos es propio y de algún modo permanente, mientras que el estar es circunstancial y cambiante. Este dilema existencial nos acompaña desde el nacimiento hasta la tumba. Es nuestro terreno vital, nuestro campo de batalla, en él vivimos, nos movemos y luchamos, ¡querámoslo o no!...
Yo soy fulanito/a de tal y resido (estoy) en una ciudad, o estoy casado/a o soltero/a, o estoy estudiando o trabajando, o etc., etc., es nuestro “currículum vitae”. Pero si nos referimos a nosotros mismos o a otras personas cambiamos del verbo estar al ser: yo soy carpintero, el o ella es mi amigo/a, era una buena persona… ¿Este cambio verbal a que obedece?, con bastante probabilidad a que percibimos a la persona como algo esencial, como si siempre estuviera ahí, mientras que aquello que nos rodea lo vemos como algo circunstancial, como algo que cambia de un día para otro.
En general, podemos afirmar que, por un lado, somos nosotros y por el otro que estamos o transitamos por algún sitio, lugar, circunstancia, etc. Con lo que somos nos identificamos y en lo que estamos nos condiciona, cualifica y en definitiva afecta el modo de sentir nuestro ser. Esta es la condición “sine qua non” de este mundo, es la dinámica dual de la existencia, y todo se desarrolla entre estos dos pilares que nos sustentan. Como dijera José Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mis circunstancias".
En las antiguas culturas y aún hoy en culturas primitivas, se ha experimentado la vida en dos mundos, o mejor dicho entre dos mundos que debían ser reconciliados e integrados en la experiencia vital. El mundo del espíritu, inmaterial, extraño y esquivo, y el mundo material, cotidiano, consistente y práctico. Al mundo del espíritu (donde se supone habitan los dioses y los muertos) solamente se puede acceder a través de visiones o sueños, es decir, desde ese lado subjetivo y muchas veces inconsciente del individuo; pero los chamanes y visionarios afirman que ese es el verdadero mundo real. Mientras, en el mundo material (donde habitamos los humanos) todo parece poderse medir y controlar de forma consciente, y en ello hemos avanzado como gigantes, sin embargo los iluminados lo califican de irreal e ilusorio, y sin duda con el paso de los años, y el peso de las experiencias, va perdiendo esa solidez tan abrumadora que parecía caracterizarlo al principio.
Por otro lado la Física Cuántica ha alcanzado tan alto grado teórico y técnico en la división de la materia que de tanto dividirla se ha encontrado de bruces con "nada" con un vacío donde no hay materia (sin partículas, ni subparticulas, sin nada material). Pero ese vacío resulta ser paradójico, pues paradójicamente de el emana, como de una fuente eterna y universal, todas las partículas, y eso es tanto como decir que de ella surge todo el mundo material. Mientras esa "nada" es omnipresente y dinamizadora, la materia que consideramos sólida y compacta está prácticamente vacía. Irónicamente, la Física Cuántica, ciencia experimental y objetiva, parece aliarse y, de alguna manera, dar la razón a las antiguas tradiciones animistas y subjetivas...
Este dilema "recalcitrante" ha dividido casi siempre a la humanidad en dos partes irreconciliables, los partidarios de este lado material del mundo y los partidarios del otro lado inmaterial. Durante la historia del hombre, se ha dado la tremenda paradoja de que aquellos defensores del mundo espiritual, en general las religiones (sin entrar en mayores honduras) han ido trasformado sus "principios espirituales e inmateriales" en poderosas armas de poder psicológico y social (miedo e ignorancia) utilizadas en el control de ingentes masas humanas para el beneficio material y mundano de sus dirigentes-manipuladores que se arrogan la representación y el poder de dios o de los dioses en la tierra. Y así, partiendo de lo espiritual y trascendente han sido capaces de alcanzar las más profundas y oscuras simas de los intereses materiales más groseros y abyectos.
Los defensores de lo material se fundamentan en que solamente aquello que se puede contar, pesar y medir es todo lo que hay (y no hay más) y han querido alejar de su lado todo atisbo de inmaterialidad y fuerzas misteriosas. Sin duda estamos aludiendo a la ciencia, que en gran medida surgió como reacción ante el fanatismo de la religión. Pero sin duda también, a medida que la ciencia fue cobrando fuerza y presencia con sus adelantos, se fue haciendo prepotente y dictatorial a semejanza de aquellos a los que pretendian combatir en su fanatismo. Pero he aquí que en su propio seno, en su zona límite y más avanzada de investigación, como ya hemos dicho antes, se ha topado con aquello que pretendian desbancar: ese lado inmaterial que interpenetra toda la realidad...
Lo que si ha quedado claro a través de la historia, es que este dualismo enfrentado deriva siempre hacia la lucha por el poder de lo material, una lucha desmedida y sin tregua de unos pocos sobre todos los demás. Aquellos que han utilizado las creencias, las ideologias, los conocimientos y las tecnologias para hacer de ellas poderosos resortes para el control material de este mundo que es de todos y no solo para ellos. Y ya es hora de poner freno a este tremendo enfrentamiento y cambiar el modo de orientar la vida en este planeta, pues el enfretamiento y la lucha por el poder es fuente inagotable de guerra, muerte, destrucción y sufrimiento. Y como todo empieza y acaba en uno mismo, es preciso cambiar dentro de si, siendo en uno mismo y por si mismo, y no un eslabón más movido por esa maquina infernal de lo establecido, que se presenta como si fuera lo único y real, pues así quieren que sintamos y pensemos...
Este Blog pretende ser un punto de reflexión y encuentro que aune y sintetize esas dos orillas de la realidad, esas orillas que podemos contemplar y experimentar en el paso de nuestra existencia por este mundo nuestro y de cada uno en particular, pues desde cada uno de nosotros lo vivimos y lo expresamos. Pero expresandolo desde la unidad y la armonia, desde dentro de cada uno, porque así también lo podremos ver y vivir hacia afuera, en un reluciente espejo que refleje esa belleza que todos llevamos dentro. Donde ya no exista lo religioso-espiritual por un lado y lo científico-material por otro, la fuerza del poder de unos pocos y la miseria forzada de los más.
¡Que prevalezca pues la Verdad que nos permita ser en nosotros mismos y por nosotros mismos y no por voluntades ajenas a la nuestra, pues será solo entonces cuando podamos empezar a ser Libres!...
Desde estas últimas líneas te invito a ti viajero, que hasta aquí has llegado, a sugerir, colaborar, participar o simplemente deambular entre aquello con lo que más sintonices y resuenes.
En este Blog tienes una página dedicada a >>Mis Enlaces>> con las direcciones de mis blogs, elige la que quieras, son direcciones hacia el hombre, porque el hombre es "la medida de todas las cosas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario